La familia Sersale, dueños de Le Sirenuse, el hotel de la legendaria costa de Amalfi, ha tenido muchos miembros ilustres: un embajador a mediados del siglo XVIII, un cardenal y un arzobispo de Nápoles y hasta un alcalde de Positano, el pueblo de pescadores convertido en resort elegante en los años 40. El palazzo donde se encuentra actualmente el hotel era el retiro costero de los Sersale; nadie que se aloje aquí puede evitar sentirse arrastrado por la pasión y el buen gusto de esta familia. Las habitaciones con losas de mayólica están repletas de antigüedades dignas de un museo, la mayoría elegidas personalmente por el patriarca Franco Sersale. En la actualidad, el encantador Antonio Sersale continúa la tradición que ha transformado el hogar de su familia en uno de los hoteles más personales del mundo. Como le dirán los habitantes locales, "Positano es Le Sirenuse".