Un refugio con artefactos sin precio que ofrece una base ideal en Siena.
Este hotel se ganó el apelativo de "grande" en 1904, cuando la reina de Italia, Margarita de Saboya, lo eligió como residencia en Siena. En la actualidad, el palazzo del siglo XVII sigue atrayendo a los visitantes de élite con su arquitectura renacentista, adornada con frescos originales y antigüedades invaluables. El Grand Hotel de cincuenta y una habitaciones, ubicado en el centro de Siena, es una base ideal desde la que explorar las delicias culturales y culinarias de la ciudad exclusivamente peatonal, lo que incluye la bodega de 3.000 botellas del hotel, descubierta en la base de una torre medieval durante una renovación. Las habitaciones tienen baños de mármol de Carrara y lámparas de porcelana china, mientras que el patio interior y el área del bar están cubiertas con una cúpula de cristal que deja entrar la luz natural.
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