Este hotel de la Belle Époque abrió sus puertas en 1870 con mucho bombo y platillo, atrayendo a la sociedad vienesa.
Con una ubicación céntrica a solo una manzana de la Ópera Estatal en la bulliciosa Ringstrasse, el Grand Hotel Wien
emana una elegancia vienesa tradicional. Este hotel de la Belle Époque se inauguró en 1870 a bombo y platillo, atrayendo a lo más ilustre de la
sociedad vienesa. Su gran reputación se cimentó en 1894 cuando Johann Strauss se subió al escenario durante la celebración de su
jubileo de oro. En la actualidad, el hotel sigue siendo tan vibrante como lo era durante la cima del imperio austrohúngaro. Las habitaciones, de
decoración clásica, cuentan con paredes cubiertas de seda y muebles antiguos. Las opciones gastronómicas son austriaca,
japonesa y francesa. El galardonado Le Ciel cuenta con vistas panorámicas desde su terraza del séptimo piso. Durante los meses más cálidos,
las terrazas del Schanigarten son un lugar ideal para el café vienés, el Gugelhupf y contemplar a la gente.
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